martes, 22 de abril de 2014

Museos en Manchester

Hace 3 años estuve un mes en Manchester, con una beca estudiando inglés en una escuela de idiomas. Casi diariamente hacíamos salidas a museos, porque allí hay muchos y muy diversos.
Un día fuimos a una cafetería donde se hacen exposiciones, se hace cineforum, se venden libros, se hacen pequeños espectáculos… se llama Cornerhouse, por si alguien va algún día a Manchester.
La verdad es que yo no soy mucho de museos, supongo que porque a los que me han llevado con el colegio o la idea que tenemos de museo es… aburrida. Pues bien, la exposición que vi aquel día me llamó mucho la atención. Como ya he dicho, no estoy acostumbrada a apreciar el arte, no suelo entender las obras ni los sentimientos o emociones que intentan transmitir los artistas, pero aquel día, me gustó.
La exposición que había aquellos días se llamaba Constelaciones, y fueron varios artistas los que la compusieron: Kitty Kraus, Takahiro Iwasaki, Katie Paterson and Felix Gonzalez Torres. La exposición representaba el caos, la fugacidad, el movimiento de una constelación.





En estas fotos se ve una obra en la que el hielo negro coloreado con tinta se derrite en el suelo de la galería, dejando charcos de líquido turbio que se extiende de manera caótica (al igual que una constelación)













En estas otras fotos “100 mil millones de soles” se ve el resultado de disparar un cañón de confeti. Estos trocitos de papel representan los colores correspondientes a explosiones de rayos gamma, las explosiones más luminosas del universo. Este cañón estaba en una sala donde este piano tocaba por él mismo una canción; cuando ésta acababa, el cañón se disparaba, pero sólo una vez al día.



En estas fotos se ven toallas, pelusas, calcetines… tirados en el suelo, pero con los hilos de los cuales se han construido figuras. Esto representa la fortaleza, pero a la vez debilidad de la Tierra. Todo parece fijo, estable, pero en realidad es igual de débil e inestable que estos hilos que aquí se ven.



 
























En la mayoría de los museos en Manchester interaccionas con el arte: en casi todos hay para disfrazarse, para pintar, retratar escenas y poder tocar las obras, caminar junto a ellas toda la exposición. Es una manera de hacerte vivir el arte, y que sea más fácil llegar al autor y a aquello que quiere hacerte sentir.









Tiempo transformado en espacio





Un museo es una institución cultural con carácter permanente, abierta al público, sin fines lucrativos, donde se conservan, se estudian y, se exponen colecciones o conjuntos de objetos e información de la evolución del universo, de los ambientes físicos, biológicos y sociales del mundo pasado y actual y de las realizaciones del hombre a lo largo de su existencia.


Las funciones de un museo son la conservación, la restauración, la catalogación y la investigación. Además, los museos tienen una clara función social, basada en el conocimiento y la difusión, en cuanto a la política y el diseño de las exposiciones, ya sean permanentes o temporales, en cuanto al marketing y a las actividades didácticas que se realizan en los museos (visitas y talleres).


Con esta función social, se pretende educar, pero ¿cómo educamos en un museo? ¿Cómo conseguimos ese “feed back” con cuadros o esculturas, entre otros?

Para conseguir ese “feed back”, buscaremos que los diferentes visitantes de un museo, ya sean familias, personas discapacitadas, tercera edad o niños, entre otros, tengan una interacción manual (hands on), intelectual (minds on), provocando un conflicto cognitivo, o una interacción emocional (heart on) estimulando los sentidos, con los objetos de la exposición.


Y con ello lo que se pretende, según Alberto Esteve, es un acercamiento intuitivo, intelectivo y vivencial. Siendo el acercamiento intuitivo realizado después de la visita con el fin de que el visitante exprese lo que le ha transmitido la exposición, el acercamiento intelectivo, el acercamiento intelectivo impartiendo información sobre el autor y el contexto de este, antes o en la propia visita, y, por último, el acercamiento vivencial que procura que los visitantes comprendan el contexto de la obra mediante el proceso creativo del propio autor.









Juguemos a jugar


Cuántas veces la palabra jugar se ha considerado una palabra de niños y cuántas veces ha sido empleada de forma práctica en los adultos. Sin embargo, la mayoría de las personas no llegamos a comprender los objetivos del juego y por ello no pasamos tiempo en él. Creemos que es una simple manera de pasar el tiempo, no obstante a través de esta entrada os comentaré porqué es mucho más que eso.
El juego es considerado una actividad divertida con un propósito que proporciona en su mayoría, entre otras cosas, el desarrollo integral de la persona.
Pensamos que el jugar es una actividad de niños para hacerles felices; ahora bien ¿Cuántas veces hemos jugado siendo adultos y nos hemos sentido felices? ¿Tenemos miedo a sentir esa felicidad? ¿Tenemos miedo a sentir lo que siente un niño?

A continuación os introduciré porqué el juego no es una actividad simplista y carente de sentido, como muchos adultos piensan.
El juego son actividades que conocemos desde la vida social de la antigüedad griega, actividades que nuestros antepasados utilizaban para diferentes fines y que a lo largo del tiempo llegaron a clasificar según sus características. Encontramos desde los juegos Agon (de competencia), hasta los juegos Alea (de azar), juegos Mimicry (de simulación) o juegos Ilinx (de vértigo).
¿Cuántos de nosotros no hemos jugado a los diferentes tipos de juegos? De mesa, de calle, en el ordenador,… ¿No habrán para elegir?...Estoy segura de que tenéis vuestros favoritos y preferencias  a la hora de disfrutar.
Es en función de las relaciones que los juegos pueden jugarse de manera individual o grupal y es a través del juego grupal que éste puede ser de oposición, de cooperación, o de cooperación – oposición. Por ello, no hay excusas para no dedicar tiempo a ello y disfrutar de la vida.

Me gustaría finalizar con una frase que dijo el gran científico Albert Einstein: “el éxito es la suma del trabajo más el juego”. Y así es, si quieres tener éxito en la vida, no sólo viene por el trabajo, también del juego ¿Te atreves a jugar?


domingo, 20 de abril de 2014

La Animación Socio-Cultural (ASC)


Al igual que pasaba con el concepto de cultura, la animación sociocultural también precisa de una aproximación teórica para comprenderla en su totalidad. En este caso existen diferentes manera de entender la animación socio cultural dependiendo del uso que se le vaya a dar al termina:

Como acción/actuación: Designamos como animación toda acción, dentro de un grupo o sobre él (una colectividad o un medio), encaminada a desarrollar la comunicación y a estructurar la vida social, recurriendo métodos semidirectivos; se trata de un método de integración y de participación.” Pierre Besnard (1988).

Como actividad o práctica: La animación sociocultural es el conjunto de prácticas sociales que tienen como finalidad estimular la iniciativa y la participación de les comunidades en el proceso de su propio desarrollo y en la dinámica global de la vida sociopolítica en que están integrados. UNESCO

Otro autor que también entendía la ASC como actividad/práctica fue M. Hicter:  Por animación en general tenemos que entender las prácticas que buscan ayudar al hombre a comprender su entorno social, económico, político y cultural y a tomar conciencia de los problemas que están planteados y de los medios y la voluntad que hay para resolverlos.

Forma de educación no formal: La animación sociocultural, tal y como la entendemos tiene un claro carácter educativo y formativo. Si bien se diferencia claramente de cualquier manifestación o acción educativa institucionalizada por sus peculiares características, que la sitúen en el ámbito de la educación No Formal. Catalá, R.; Carbó, O. (1991).

Un proceso: La animación es un proceso que surge desde dentro de los grupos sociales, los cuales mediante la participación activa de sus miembros serán capaces de generar cultura.” Mario Viché (1989)

Un modelo de acción: Es un modelo de intervención dirigido a desarrollar procesos autoorganizativos individuales y colectivos de carácter social, cultural y educativo, a través de una metodología activa, creativa y participativa. (V. Ventosa).

Por otro lado, otro autor, Gillet J. C. concebía la ASC como praxis, como una forma de actuar para atravesar la frontera que separa la concepción teórica de la acción, pero todo ello con un objetivo: permitir a individuos y a grupos, a través de diferentes actividades que implican, aumentar, aunque sea de forma microscópica, su esfera de autonomía, de libertad, de creatividad y de expresividad.

Como todo lo enmarcado dentro del ámbito de la ciencia, la ASC no solo está configurada por autores y sus visiones, sino también está enmarcada en diferentes paradigmas como son:

  • El paradigma tecnológico positivista que concibe la animación como un modo de tecnología social para solucionar problemas.
  • El paradigma interpretativo o hermenéutico que destaca la importancia de las interacciones como medio de evolución.
  • El paradigma dialectico o critico basado en las tensiones históricas producidas entre las clases sociales.

Es importante entender, sin darle importancia a lo dicho anteriormente que lo importante es que la animación sociocultural es un medio/herramienta para alcanzar un fin, un objetivo con el que transformar la realidad que nos rodea. De cada profesional depende el uso que se le otorgue. 

El siguiente vídeo nos ilustra un poco sobre la animación sociocultural,  la segunda parte la podéis encontrar en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=2n4tnIQz-EU


Cultura: un asunto de perspectiva

Pese a que cuando decimos “cultura”, lo primero que nos viene a la cabeza puede ser una definición muy simple, lo cierto es que resulta algo tremendamente complicado de definir, pues al profundizar en él, encontramos dudas que nos hacen replantearnos nuestra propia definición inicial.

Comenzando con la confección de la definición empezamos por atribuir a la cultura un carácter artificial, es decir, la cultura se distingue de la naturaleza en cuanto a que la naturaleza proviene de fuera del ser humano mientras que la cultura es creación del hombre. En este sentido podemos concluir que en una definición completa de cultura debe ir incluido que “nace” del ser humano y hasta donde este puede llegar.
Pero ¿qué tiene que opinar otras disciplinas sobre lo que puede ser considerado cultura? Desde una concepción humanista (finales del siglo XVIII) la cultura es imbuida de diferentes características:

·         Procesual: se adquiere por entrenamiento y educación.
·         Selectiva y restrictiva: se identifica con el cultivo de cualidades.
·         Jerarquizadora o estratificadora: las personas cultas son aquellas que adquieren formas de elite. Existe baja y alta cultura.
·         Carismática: las manifestaciones culturales expresan cualidades de los y las creadoras.
·         Normativa y canónica: solo el resultado de algunas obras merecen ser reconocidas como cultura. Unas son mejores que otras.

Por supuesto, estas atribuciones tuvieron sus críticas, tachándola de clasista.

Por su parte la antropología también tiene su propia definición de cultura, en este caso fue Taylor (1871) quien la definió como “la totalidad compleja que incluye conocimientos, arte, moral, derecho, costumbres y todas las demás capacidades y hábitos que el hombre adquiere como miembro de la sociedad”. En la visión antropológica, al igual que en la humanista también se otorgan ciertas características a la cultura:

·         Aprendida, no genética y constitutiva del ser humano.
·         Colectiva y pública.
·         Un sistema de símbolos, en información transmitida por aprendizaje social.
·         Plural. Hay tantas culturas como grupos humanos, por lo tanto es relativa.
·         Universal e inclusiva porque todos los seres humanos están constituidos culturalmente.
·         Práctica. Es antes una actividad que una forma de conocimiento.

Por supuesto esta definición también recibió criticas, pues la antropología tiende a ver la cultura como sistemáticas e integradas, y una relación armónica entre cultura y sociedad. Ve a los grupos sociales como homogéneos  olvidando fenómenos tan contemporáneos como el poder de las clases sociales y la dominación de la elite.
Desde la sociología se entiende el fenómeno de la cultura desde dos aproximaciones: en sentido manifiesto, haría referencia a un área de la práctica humana. Este tipo de acción es conscientemente practicada como tal. Y en un sentido latente la cultura permeabiliza todo aquello que es social.

También desde el ámbito de la gestión cultural se ha realizado una definición entendiendo la cultura como un  conjunto de actividades y productos de carácter simbólico, realizadas en los ámbitos intelectual, artístico, social y recreativo, concebidos con carácter creativo.

Por supuesto encontraremos definiciones de cultura en decenas de manuales de infinidad de disciplinas y cada una atiende a las necesidades de esta disciplina. En nuestro caso como educadores sociales una definición sencilla será suficiente: conjunto de elementos simbólicos, significados y comportamientos compartidos por una comunidad o grupo humano mientras que también es un campo o sector de la actividad humana centrado en el uso y manipulación de símbolos que nutre se nutre de ese universo simbólico y lo transforma. (Carles Monclús).

En definitiva la cultura y su significado intrínseco siempre será tema de debate, y al igual que en el pasado Ariño, Baumann y otros han reflexionado sobre ella, en el futuro otros pensadores lo seguirán haciendo.







Educar desde las artes

El arte es una forma de comunicación simbólica, una manera de comunicarse mediante la cual el artista representa y ordena objetos, signos, sonidos o hechos, de manera que implique significados o despierte emociones. Es una interacción entre quien comunica (el artista) y quien recibe, pues al crear arte, a la persona se le despiertan sentimientos y emociones, las cuales intenta transmitir mediante su obra, pero los que reciben ese arte también aportan su parte, recibiendo esos sentimientos y aportando los suyos propios. Sin embargo, en la sociedad en la que vivimos, hay muchas barreras (prejuicios, no entendimiento…) que nos impiden valorar y apreciar todo ese arte. Pensando en el tema, hemos llegado a la conclusión de que la mayor barrera para el arte que existe en nuestra sociedad es la escuela. Se nos instruye para ser matemáticos, científicos… se nos instruye para desarrollar únicamente una parte de nuestro cerebro, la parte académica, y se ignora la parte más humana que hay en nosotros. Porque todos nosotros diariamente cantamos, bailamos, dibujamos, nos creamos nuestras historias… sin embargo, todo esto no se tiene en cuenta en la escuela. Sí, hay alguna hora de música; sí, hay alguna hora de dibujo; y sí, en algún momento de lenguaje te hacen escribir un cuento; pero estas obras no son tuyas, no desarrollas tu creatividad ni tus gustos, porque tienes que estudiar música de Mozart, dibujar un perro marrón con cuatro patas y escribir un cuento de 15 líneas sobre Juan y sus amigos. Te marcan todas las pautas a las que tienes que ceñir tu obra.
Por eso, un campo de la educación social es facilitar la interacción entre el hombre y el arte, romper esas barreras que desde pequeños se nos imponen. Es competencia de la educación social, de la educación no formal e informal porque la educación formal no lo proporciona, y ni siquiera da la oportunidad.
Con la educación desde las artes nos referimos, por ejemplo, a lo que vimos en CREARTEDUCACCIÓN, donde se juntan voluntariamente gente de todas las edades y procedencias y comparten experiencias, libros, conocimientos, pintan, actúan, bailan… todo lo relacionado con el arte y de manera libre, sin pautas que les limiten; que ellos mismo se sientan artistas, porque todos lo somos, todos tenemos esa capacidad. Y puede que lo más bonito es que compartan esas obras y experiencias con los demás, creando además, comunidad.

Este video que aparece a continuación trata el tema de “Las escuelas matan la creatividad” que hemos mencionado hace unas líneas. Es muy interesante, pues nos hace ver con algo de humor y algunos ejemplos, como el sistema en el que nos encontramos nos va “matando” ese artista en potencia que todos llevamos dentro desde que somos pequeños.