Un verdadero educador es aquel que no te deja indiferente, que al igual que un buen libro, una buena película, o una buena canción, te revuelve las entrañas o el coco, y te hace sentir, vivir, y conocer; aquel que te hace aprender.
No olvidaré nunca cuando hace años, yo tenía unos 11, estábamos en clase y había un pequeño murmullo. El profesor estaba explicando el temario de Conocimiento del Medio, y cansado de que no le hiciéramos caso nos dijo: Si alguno de vosotros sabe otra forma de aprenderse esto, que nos lo diga; si se pudiera aprender jugando a fútbol, iríamos a jugar al fútbol, pero como de momento esta es la única manera, callaos. Siempre he tenido esta frase en la cabeza, me marcó, pero nunca había sabido el porqué, ni siquiera por qué la mantenía en mi recuerdo; no me iba a servir para nada. Pero resulta que sí, para dos cosas: primero, para escribir esta entrada, y segundo, porque me hace reflexionar sobre la educación que tenemos en este país, y que muy bien, hemos descrito hace varias entradas.
Contestando a esa frase de mi profesor que en ese momento no supe criticar, e incluso, hizo que me la creyera, está totalmente equivocado. Hay muchos métodos para aprender de forma más efectiva, que sentar a unos niños en unas mesas y "soltarles" contenidos que ni siquiera les interesa, ni les encuentran ningún sentido ni utilidad. Yo no soy pedagoga, ni maestra para poder hablar de métodos educativos, pero como "cliente" del sistema educativo, pienso que se aprende más de las plantas pasando un día en el campo y transmitiendo esos conocimientos en el entorno adecuado, que con una foto de una planta, y más, para los niños.
Un niño ahora de unos 12 años pasa 6 horas al día en el colegio, 1 hora de media en actividades escolares y otras 4, haciendo deberes en casa. ¿Realmente un niño necesita tal saturación de formación? No lo creo ¿Y para qué tantos deberes? Es necesario reforzar conocimientos, ¿pero hasta tal punto de no tener tiempo de merendar?
Soy de las que opina que es mejor haber interiorizado 5 temas en todo el curso, que haber memorizado y vomitado, 15.Los educadores (en todos los sentidos), deben saber cómo llegar a quienes quieren llegar, y con el mensaje que quieren hacerles llegar. Como vemos en la foto de la derecha, no sirve de nada divulgar que los ordenadores son muy útiles para la enseñanza, cuando se está haciendo escribiendo en la pizarra.
Un educador no puede vender la educación transformadora, educación emancipadora (como decía Freire, de lo cual hablaremos en la siguiente entrada), educación participativa, educación cooperativa, adaptativa, con feeback donde todos aprenden y enseñan a la vez... cuando lo que realmente hace es poner unas normas, unas reglas, cuando establece una relación de superioridad-inferioridad de educador-educado, de autoridad, de transmitir unos conocimientos que él tiene, y el otro necesita y cuando promueve la competitividad.

Hace un año, me volví a pasar por mi colegio y entré. Estaba él, ese profesor que antes comentaba. Cuando logró situarme y acordarse de mi (no por ser alumna suya, sino por ser "hermana de"), lo primero que me preguntó, después de si seguía estudiando, fue: Seguirás sacando sobresalientes como antes, ¿no? No le interesaba si me gustaba lo que estaba estudiando, ni si me iba bien, ni siquiera el curso en el que estaba... Sólo le interesaba si, cómo él me había enseñado, seguía siendo competitiva, compitiendo y con esa competencia, de sacar sobresalientes para ser una de las mejores, para sobresalir, y no para aprender.
Pero son otros los educadores (no sólo profesores), los que te hacen aprender y educarte como persona, enseñarte cosas que te van a quedar ahí para siempre, que te van a aportar, probablemente, mucho más, que todo el temario que te vayan a verter los otros. Y son estos los que de verdad te marcan en tu camino del que hace unos días hablábamos en clase.
A continuación voy a escribir un fragmento de una carta que nos dio una profesora al despedirse de nosotros. Es un pequeño homenaje a ella, unas gracias de mi parte, porque aunque ella no lo sepa, ni vaya a leer esto, nos reconoció como personas, y no alumnos, y desde ahí nos enseñó. Es de ella de la que aun me quedan cosas que aprendí, y sigo aprendiendo.
Ánimo, podéis conseguirlo,
podéis llegar a ser personas completas,
felices.
No es que no vayáis a tener problemas,
pero podréis afrontarlos porque recordareis
que el conocimiento y la sabiduría
son el vehículo para que a vuestro
alrededor haya VIDA. Y entonces...
sabreis que sólo intentándolo una y otra
vez, podréis decir que lo habeis conseguido:
¿El qué? ¡VIVIR!
Isabel Vinat
Con esto pretendo criticar la incompetencia de muchos educadores para su tarea: la sociedad no somos máquinas, y no podemos ser educadas como tal, con unos principios y métodos enfocados a ello, a la economía, competencia y productividad, producto de la adaptación del neocapitalismo en todos los ámbitos de la vida. Y reivindico una educación humana por y para personas.