Cuántas veces la palabra jugar se ha considerado una
palabra de niños y cuántas veces ha sido empleada de forma práctica en los
adultos. Sin embargo, la mayoría de las personas no llegamos a comprender los
objetivos del juego y por ello no pasamos tiempo en él. Creemos que es una
simple manera de pasar el tiempo, no obstante a través de esta entrada os
comentaré porqué es mucho más que eso.
El juego es considerado una actividad divertida con
un propósito que proporciona en su mayoría, entre otras cosas, el desarrollo
integral de la persona.
Pensamos que el jugar es una actividad de niños para
hacerles felices; ahora bien ¿Cuántas veces hemos jugado siendo adultos y nos
hemos sentido felices? ¿Tenemos miedo a sentir esa felicidad? ¿Tenemos miedo a
sentir lo que siente un niño?
A continuación os introduciré porqué el juego no es
una actividad simplista y carente de sentido, como muchos adultos piensan.
El juego son actividades que conocemos desde la vida
social de la antigüedad griega, actividades que nuestros antepasados utilizaban
para diferentes fines y que a lo largo del tiempo llegaron a clasificar según
sus características. Encontramos desde los juegos Agon (de competencia), hasta
los juegos Alea (de azar), juegos Mimicry (de simulación) o juegos Ilinx (de
vértigo).
¿Cuántos de nosotros no hemos jugado a los
diferentes tipos de juegos? De mesa, de calle, en el ordenador,… ¿No habrán
para elegir?...Estoy segura de que tenéis vuestros favoritos y preferencias a la hora de disfrutar.
Es en función de las relaciones que los juegos pueden
jugarse de manera individual o grupal y es a través del juego grupal que éste
puede ser de oposición, de cooperación, o de cooperación – oposición. Por ello,
no hay excusas para no dedicar tiempo a ello y disfrutar de la vida.
Me gustaría finalizar con una frase que dijo el gran
científico Albert Einstein: “el éxito es
la suma del trabajo más el juego”. Y así es, si quieres tener éxito en la
vida, no sólo viene por el trabajo, también del juego ¿Te atreves a jugar?