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viernes, 16 de mayo de 2014

Teatro del oprimido. Teatro para el cambio

El pasado miércoles tuvimos la gran oportunidad de poder participar de un taller de teatro, concretamente del teatro del oprimido. En esta sesión pudimos disfrutar, junto a más compañeros, de lo que significa hacer teatro. Disfrutamos, reímos, aprendimos, cooperamos, reflexionamos, tomamos conciencia y muchas otras cosas más. Todo ello lo hicimos a través de unas actividades en las que nos sensibilizamos con temas controvertidos actuales y cuestiones sociales habituales.


Y es así como, después de todo un cuatrimestre impartiendo clases teóricas, ahora llega la hora de poner en práctica todo lo aprendido, y que mejor manera que hacerlo mediante el teatro del oprimido, herramienta de transformación.
Para poder entrar en el “juego del teatro” empezamos realizando ejercicios con los que nos familiarizábamos con el espacio en el que estábamos, con las personas con las que participamos y con nosotros mismos. Creo que ese momento es fundamental a la hora de trabajar el teatro ya que esto sirve para que los que estemos participando podamos centrarnos, quitarnos cualquier sensación de vergüenza y entrar en el mundo del teatro.
Entre otras cosas, hicimos figuras representativas de opresión, propusimos nuevas figuras a partir de las anteriores y lo que más me gustó fue la propuesta de plantear soluciones para estas situaciones usuales de opresión.
La verdad es que estamos expectantes a la próxima sesión.

¡Educadores tengo buenas noticias! El teatro ayuda, refuerza y apoya, puede ser esa herramienta que buscamos para atender a algunas de las necesidades sociales de una forma diferente, animada y alentadora ¿Por qué no nos ponemos en marcha? No tenemos motivos para parar.


Porque a través del teatro no sólo creces como educador/a social, creces como persona.


martes, 22 de abril de 2014

Juguemos a jugar


Cuántas veces la palabra jugar se ha considerado una palabra de niños y cuántas veces ha sido empleada de forma práctica en los adultos. Sin embargo, la mayoría de las personas no llegamos a comprender los objetivos del juego y por ello no pasamos tiempo en él. Creemos que es una simple manera de pasar el tiempo, no obstante a través de esta entrada os comentaré porqué es mucho más que eso.
El juego es considerado una actividad divertida con un propósito que proporciona en su mayoría, entre otras cosas, el desarrollo integral de la persona.
Pensamos que el jugar es una actividad de niños para hacerles felices; ahora bien ¿Cuántas veces hemos jugado siendo adultos y nos hemos sentido felices? ¿Tenemos miedo a sentir esa felicidad? ¿Tenemos miedo a sentir lo que siente un niño?

A continuación os introduciré porqué el juego no es una actividad simplista y carente de sentido, como muchos adultos piensan.
El juego son actividades que conocemos desde la vida social de la antigüedad griega, actividades que nuestros antepasados utilizaban para diferentes fines y que a lo largo del tiempo llegaron a clasificar según sus características. Encontramos desde los juegos Agon (de competencia), hasta los juegos Alea (de azar), juegos Mimicry (de simulación) o juegos Ilinx (de vértigo).
¿Cuántos de nosotros no hemos jugado a los diferentes tipos de juegos? De mesa, de calle, en el ordenador,… ¿No habrán para elegir?...Estoy segura de que tenéis vuestros favoritos y preferencias  a la hora de disfrutar.
Es en función de las relaciones que los juegos pueden jugarse de manera individual o grupal y es a través del juego grupal que éste puede ser de oposición, de cooperación, o de cooperación – oposición. Por ello, no hay excusas para no dedicar tiempo a ello y disfrutar de la vida.

Me gustaría finalizar con una frase que dijo el gran científico Albert Einstein: “el éxito es la suma del trabajo más el juego”. Y así es, si quieres tener éxito en la vida, no sólo viene por el trabajo, también del juego ¿Te atreves a jugar?