martes, 25 de febrero de 2014

Educación transformadora

A continuación de la anterior entrada creemos importante hacer hincapié en una idea principal. La idea de educador como transmisor de educación transformadora.
¿Cómo podemos hablar de educación transformadora cuando estamos rodeados de educadores sencillamente y no de educadores “transformadores”?
Educadores transformadores, palabras significativas y profundas. Con muchos rasgos que destacar y analizar respectivamente. A primera vista pueden parecer calificativos simples, sin embargo hay algo detrás de ellas que nos llaman la atención. Cada persona pensará algo distinto de ellas y es por ello que estamos seguros de que cada uno tendrá algo nuevo que aportar a lo que diremos a continuación.
Según Paulo Freire el educador necesita del educando, así como también el educando necesita del educador. No debe de a ver entre ambos una relación jerárquica sino horizontal. Sin embargo, estamos ante una sociedad en la que vivimos acostumbrados a las relaciones jerárquicas, conformistas e incluso insatisfechas la mayoría de las veces. No sabemos hablar, comprender, poner palabras a aquello que aprendemos o queremos decir.
El no saber poner nombre a las cosas hace que las personas no lleguemos a transformarnos y esto es algo que llevamos arrastrando desde nuestra niñez. Y es así, como dice Paulo Freire, a través de los deseos, sentimientos, razón que podemos llegar a conocer las cosas. Es a través de esto que podemos llegar a conocer, poner nombre a las cosas, aprender y transformarnos.

Amor. Palabra que está muy de moda hoy en día pero por el contrario, ha ido perdiendo su valor con el paso de los días, años y siglos. Siguiendo la idea del autor que hemos nombrado anteriormente, el amor es la transformación definitiva. Debemos amar aquello que hacemos. No podemos hablar de querer educar a otra persona si no amas aquello que le estas enseñando. Pero ¿Por qué nos empeñamos en hacer aquello que no amamos? ¿Somos felices? Vivimos sumergidos en vidas sumamente apáticas, inconstantes, conformistas. No buscamos la superación, aquello que nos hace felices, la transformación.
Ahora bien, ¿Cómo podemos hablar de educación transformadora si primero no aceptamos ser transformados?

"No hay cambio sin sueño, como no hay sueño sin esperanza” Paulo Freire





lunes, 24 de febrero de 2014

Verdaderos educadores

Un verdadero educador es aquel que no te deja indiferente, que al igual que un buen libro, una buena película, o una buena canción, te revuelve las entrañas o el coco, y te hace sentir, vivir, y conocer; aquel que te hace aprender.
No olvidaré nunca cuando hace años, yo tenía unos 11, estábamos en clase y había un pequeño murmullo. El profesor estaba explicando el temario de Conocimiento del Medio, y cansado de que no le hiciéramos caso nos dijo: Si alguno de vosotros sabe otra forma de aprenderse esto, que nos lo diga; si se pudiera aprender jugando a fútbol, iríamos a jugar al fútbol, pero como de momento esta es la única manera, callaos. Siempre he tenido esta frase en la cabeza, me marcó, pero nunca había sabido el porqué, ni siquiera por qué la mantenía en mi recuerdo; no me iba a servir para nada. Pero resulta que sí, para dos cosas: primero, para escribir esta entrada, y segundo, porque me hace reflexionar sobre la educación que tenemos en este país, y que muy bien, hemos descrito hace varias entradas.
Contestando a esa frase de mi profesor que en ese momento no supe criticar, e incluso, hizo que me la creyera, está totalmente equivocado. Hay muchos métodos para aprender de forma más efectiva, que sentar a unos niños en unas mesas y "soltarles" contenidos que ni siquiera les interesa, ni les encuentran ningún sentido ni utilidad. Yo no soy pedagoga, ni maestra para poder hablar de métodos educativos, pero como "cliente" del sistema educativo, pienso que se aprende más de las plantas pasando un día en el campo y transmitiendo esos conocimientos en el entorno adecuado, que con una foto de una planta, y más, para los niños.

 



Un niño ahora de unos 12 años pasa 6 horas al día en el colegio, 1 hora de media en actividades escolares y otras 4, haciendo deberes en casa. ¿Realmente un niño necesita tal saturación de formación? No lo creo ¿Y para qué tantos deberes? Es necesario reforzar conocimientos, ¿pero hasta tal punto de no tener tiempo de merendar?
Soy de las que opina que es mejor haber interiorizado 5 temas en todo el curso, que haber memorizado y vomitado, 15.
Los educadores (en todos los sentidos), deben saber cómo llegar a quienes quieren llegar, y con el mensaje que quieren hacerles llegar. Como vemos en la foto de la derecha, no sirve de nada divulgar que los ordenadores son muy útiles para la enseñanza, cuando se está haciendo escribiendo en la pizarra.

Un educador no puede vender la educación transformadora, educación emancipadora (como decía Freire, de lo cual hablaremos en la siguiente entrada), educación participativa, educación cooperativa, adaptativa, con feeback donde todos aprenden y enseñan a la vez... cuando lo que realmente hace es poner unas normas, unas reglas, cuando establece una relación de superioridad-inferioridad de educador-educado, de autoridad, de transmitir unos conocimientos que él tiene, y el otro necesita y cuando promueve la competitividad.



Hace un año, me volví a pasar por mi colegio y entré. Estaba él, ese profesor que antes comentaba. Cuando logró situarme y acordarse de mi (no por ser alumna suya, sino por ser "hermana de"), lo primero que me preguntó, después de si seguía estudiando, fue: Seguirás sacando sobresalientes como antes, ¿no? No le interesaba si me gustaba lo que estaba estudiando, ni si me iba bien, ni siquiera el curso en el que estaba... Sólo le interesaba si, cómo él me había enseñado, seguía siendo competitiva, compitiendo y con esa competencia, de sacar sobresalientes para ser una de las mejores, para sobresalir, y no para aprender.
Pero son otros los educadores (no sólo profesores), los que te hacen aprender y educarte como persona, enseñarte cosas que te van a quedar ahí para siempre, que te van a aportar, probablemente, mucho más, que todo el temario que te vayan a verter los otros. Y son estos los que de verdad te marcan en tu camino del que hace unos días hablábamos en clase.
A continuación voy a escribir un fragmento de una carta que nos dio una profesora al despedirse de nosotros. Es un pequeño homenaje a ella, unas gracias de mi parte, porque aunque ella no lo sepa, ni vaya a leer esto, nos reconoció como personas, y no alumnos, y desde ahí nos enseñó. Es de ella de la que aun me quedan cosas que aprendí, y sigo aprendiendo. 

Ánimo, podéis conseguirlo,
podéis llegar a ser personas completas,
felices.
No es que no vayáis a tener problemas,
pero podréis afrontarlos porque recordareis
que el conocimiento y la sabiduría
son el vehículo para que a vuestro
alrededor haya VIDA. Y entonces...
sabreis que sólo intentándolo una y otra
vez, podréis decir que lo habeis conseguido:
¿El qué? ¡VIVIR!

                                                Isabel Vinat


Con esto pretendo criticar la incompetencia de muchos educadores para su tarea: la sociedad no somos máquinas, y no podemos ser educadas como tal, con unos principios y métodos enfocados a ello, a la economía, competencia y productividad, producto de la adaptación del neocapitalismo en todos los ámbitos de la vida. Y reivindico una educación humana por y para personas.

domingo, 23 de febrero de 2014

La educación prohibida



En referencia al tema de la educación creativa consideramos necesario compartir este documental, en el se explica como debería ser la escuela y que objetivos debería perseguir. Consideramos interesante el documental en relación al texto trabajado: "Experiencia y alteridad en educación", pues en ambos tanto en el texto de Carlos Skilar y Jorge Larrosa como en el documental aquí expuesto se pretende profundizar en el autentico significado de la educación o por lo menos, lo que debería ser la verdadera educación.



Por la educación creativa


En la actualidad, el papel de la escuela está más que nunca en entredicho. ¿Es educación lo que se propone a nuestros hijos desde las escuelas tal y como están conformadas hoy en día? Por educación, desde este blog, entendemos un concepto amplio que abarca las diferentes facetas del ser humano, desde aquellas relacionas con el conocimiento puro y duro, hasta el crecimiento espiritual, ético, moral y social del niño.

¿Por qué les "robamos" con mediocres centros de adoctrinamiento la infancia a los niños? Eso se lo deberíamos preguntar a las clases empresariales que lo que buscan con las escuela, no son lideres, sino corderos capaces de entrar en la cadena de montaje. La cultura que se imparte en las aulas no puede ser contradicha por el niño, lo que por definición va en contra de la propuesta de cultura en la que creemos. A los niños se les adoctrina con elementos de la historia dispuestos para hacerles creer en una realidad determinada y en ningún momento el niño puede preguntar o contradecir el libro del profesor. No, eso no es cultura. Para que el niño se empape de la autentica cultura, en las escuelas debería ser el propio ser en crecimiento el que decidiera por si mismo, por la sencilla razón de que cada alumno es un mundo único e irrepetible. Deberíamos enseñar, que no adoctrinar, a los niños y niñas a que en vez de consumir cultura ajena,... deberían crearla. Los grandes poetas, pintores, bailarines, actores, matemáticos, científicos, no se hicieron grandes por estudiar a otros... se hicieron grandes por vaciar sus mentes de ideas preconcebidas y lograr CREAR algo nuevo con lo que alimentar a la sociedad llamada humanidad.

Siempre se ha dicho que de vez en cuando aparecen genios que hacen avanzar el desarrollo de la humanidad: Einstein, Tesla, Cervantes, etc. Pero en realidad lo único que diferencia a estas personas del resto que no hicieron nada, es que se alejaron del concepto de escuela tradicional y siguieron sus propios instintos. Crearon cultura.

"La educación es la culpable, casi siempre, de desviar a la gente de sus talentos"
Ken Robinson.