El arte es
una forma de comunicación simbólica, una manera de comunicarse mediante la cual
el artista representa y ordena objetos, signos, sonidos o hechos, de manera que
implique significados o despierte emociones. Es una interacción entre quien
comunica (el artista) y quien recibe, pues al crear arte, a la persona se le
despiertan sentimientos y emociones, las cuales intenta transmitir mediante su
obra, pero los que reciben ese arte también aportan su parte, recibiendo esos
sentimientos y aportando los suyos propios. Sin embargo, en la sociedad en la
que vivimos, hay muchas barreras (prejuicios, no entendimiento…) que nos
impiden valorar y apreciar todo ese arte. Pensando en el tema, hemos llegado a
la conclusión de que la mayor barrera para el arte que existe en nuestra
sociedad es la escuela. Se nos instruye para ser matemáticos, científicos… se
nos instruye para desarrollar únicamente una parte de nuestro cerebro, la parte
académica, y se ignora la parte más humana que hay en nosotros. Porque todos
nosotros diariamente cantamos, bailamos, dibujamos, nos creamos nuestras
historias… sin embargo, todo esto no se tiene en cuenta en la escuela. Sí, hay
alguna hora de música; sí, hay alguna hora de dibujo; y sí, en algún momento de
lenguaje te hacen escribir un cuento; pero estas obras no son tuyas, no
desarrollas tu creatividad ni tus gustos, porque tienes que estudiar música de Mozart,
dibujar un perro marrón con cuatro patas y escribir un cuento de 15 líneas sobre
Juan y sus amigos. Te marcan todas las pautas a las que tienes que ceñir tu
obra.
Por eso,
un campo de la educación social es facilitar la interacción entre el hombre y
el arte, romper esas barreras que desde pequeños se nos imponen. Es competencia
de la educación social, de la educación no formal e informal porque la
educación formal no lo proporciona, y ni siquiera da la oportunidad.
Con la
educación desde las artes nos referimos, por ejemplo, a lo que vimos en
CREARTEDUCACCIÓN, donde se juntan voluntariamente gente de todas las edades y
procedencias y comparten experiencias, libros, conocimientos, pintan, actúan,
bailan… todo lo relacionado con el arte y de manera libre, sin pautas que les
limiten; que ellos mismo se sientan artistas, porque todos lo somos, todos
tenemos esa capacidad. Y puede que lo más bonito es que compartan esas obras y
experiencias con los demás, creando además, comunidad.
Este video
que aparece a continuación trata el tema de “Las escuelas matan la creatividad”
que hemos mencionado hace unas líneas. Es muy interesante, pues nos hace ver
con algo de humor y algunos ejemplos, como el sistema en el que nos encontramos
nos va “matando” ese artista en potencia que todos llevamos dentro desde que
somos pequeños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario