La política cultural es uno de esos términos cuya
definición no se encuentra consensuada por los entendidos, sino que el
significado dependerá de la disciplina que lo esté usando. Por ello en nuestra
disciplina, la educación no formal podemos usar esta definición: “conjunto
estructurado de acciones y prácticas sociales conscientes y deliberadas, de los
organismos públicos (o de otras entidades), en la cultura, entendida
básicamente y de manera restringida como sector de actividades culturales y artísticas,
pero también de manera indirecta y extensa como universo simbólico compartido
por la comunidad”.
Las finalidades de las políticas culturales se pueden
clasificar en:
- Culturales (facilitar el acceso).
- Sociales (elemento de integración/participación).
- Educativas (facilitar el acceso a diferentes códigos estéticos, desarrollo personal).
- Ambientales (cambiar el entorno).
- Económicas (impuestos, valor de la producción de servicios culturale
- Refuerzo o reconstrucción de la identidad colectiva.
- Políticas.
Por supuesto estas finalidades se deben abarcar desde
diferentes ambitos como son:
- El patrimonio (inmobiliario, fondos de producción culturales y patrimonio inmaterial).
- Las artes.
- La comunicación.
Un punto importante sobre las políticas culturales es el
de su gestión y quien se beneficia de estas políticas culturales, desde luego
es un tema amplio denominado democratización cultural/democracia cultural y por
esa razón lo trabajamos por separado en otra entrada.
A continuación os dejamos un enlace sobre un video interesantísimo
sobre las políticas culturales en América Latina: