viernes, 16 de mayo de 2014

Teatro del oprimido. Teatro para el cambio

El pasado miércoles tuvimos la gran oportunidad de poder participar de un taller de teatro, concretamente del teatro del oprimido. En esta sesión pudimos disfrutar, junto a más compañeros, de lo que significa hacer teatro. Disfrutamos, reímos, aprendimos, cooperamos, reflexionamos, tomamos conciencia y muchas otras cosas más. Todo ello lo hicimos a través de unas actividades en las que nos sensibilizamos con temas controvertidos actuales y cuestiones sociales habituales.


Y es así como, después de todo un cuatrimestre impartiendo clases teóricas, ahora llega la hora de poner en práctica todo lo aprendido, y que mejor manera que hacerlo mediante el teatro del oprimido, herramienta de transformación.
Para poder entrar en el “juego del teatro” empezamos realizando ejercicios con los que nos familiarizábamos con el espacio en el que estábamos, con las personas con las que participamos y con nosotros mismos. Creo que ese momento es fundamental a la hora de trabajar el teatro ya que esto sirve para que los que estemos participando podamos centrarnos, quitarnos cualquier sensación de vergüenza y entrar en el mundo del teatro.
Entre otras cosas, hicimos figuras representativas de opresión, propusimos nuevas figuras a partir de las anteriores y lo que más me gustó fue la propuesta de plantear soluciones para estas situaciones usuales de opresión.
La verdad es que estamos expectantes a la próxima sesión.

¡Educadores tengo buenas noticias! El teatro ayuda, refuerza y apoya, puede ser esa herramienta que buscamos para atender a algunas de las necesidades sociales de una forma diferente, animada y alentadora ¿Por qué no nos ponemos en marcha? No tenemos motivos para parar.


Porque a través del teatro no sólo creces como educador/a social, creces como persona.


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